Demasiado semejante a Los juegos del hambre como para evitar las odiosas comparaciones. ¿Resultado?Divergente pierde por goleada. Futuro distópico, heroína surgida del territorio más desfavorecido, sociedad dividida en facciones/distritos, unos gobernantes con mano de hierro y la historia de amor. Hasta la protagonista surge del cine indie USA de Jennifer Lawrence (en Winter's Bone) a Shailene Woodley (en Los descendientes). No hay nada nuevo, ninguna ambición por parte de su director más allá de ofrecer la fórmula que, creyendo con los ojos cerrado, funcionará sin más.
Tampoco el sentido del espectáculo está exprimido al máximo y ofreciendo un blockbuster resultón. Al contrario, Divergente cuenta en 100 minutos lo que otras películas se han ventilado en 40. El viaje es agotador y extenuante, posiblemente sin aburrir, pero demasiado largo. Por suerte su última media hora final echa toda la carne en el asador, la trama avanza con un ritmo trepidante ausente anteriormente, los villanos son villanos de verdad -no de cartón piedra- y la extensa presentación tiene un fin común: el inicio de una nueva revolución en esta distópica sociedad.
Sin ninguna escena en el recuerdo y rodada sin ningún rasgo de personalidad, la dirección de Neil Burger es simple, eficaz, pero poco ambiciosa y sin inteligencia ni pericia visual. El principal problema de esta cinta es que su mensaje no cala ni resulta tan interesante como en productos similares. Se plantea, pero no se profundiza en él, finalmente es un mero contexto para el personaje femenino. Si nos atenemos por las innecesarias y ñoñas canciones pop, lo primordial en Divergente es ella. Pero en este terreno, el guión también es plano y superficial.
El reparto redondea el conjunto, sobre todo, por el carisma de Woodley y lo desatada que está Kate Winslet (en el tramo final se sale). Por suerte -y al contrario de otros filmes adolescentes- el elenco masculino sí cumple y tanto Theo James como Miles Teller. Al final de la proyección no tienes ganas de más y, si en el tercer libro, se acontecen tan pocos hechos como en el primero, nos esperan dos aburrídisimas películas. Para empezar, esperemos una Insurgente mejor.
Lo mejor: Shailene Woodley y Kate Winslet
Lo peor: Su mensaje no pasa de simple mensaje y las canciones pop
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